El Ayuntamiento quiere con este nuevo reglamento evolucionar hacia la creación de un programa de transformación digital de la protección social con el objetivo de cambiar el modelo de gestión de todas las prestaciones económicas municipales. El objetivo es mejorar los sistemas de información existentes, unificando todavía más los datos de todas estas ayudas, para poder simplificar el proceso de concesión, y permitir a la ciudadanía solicitar las ayudas de manera telemática reduciendo así el tiempo de respuesta de los Servicios Sociales.
El nuevo reglamento mejora la regulación de las condiciones generales de las prestaciones económicas, define los requisitos, criterios de otorgamiento y los baremos de valoración así como su tramitación. Además, este marco normativo ordena el procedimiento de concesión, resolución y notificación y permite establecer los deberes y derechos de las personas preceptoras de las ayudas económicas. El nuevo reglamento, que substituye al anterior vigente desde 2012, también regulará las cuantías de las prestaciones, el pago y su sistema de control. Se establece como uno de los cambios más importantes la actualización y revisión del régimen sancionador para evitar un uso inadecuado de las ayudas por parte de las personas beneficiarias.
Una de las novedades es la incorporación de la moneda local digital ‘grama’ como pago en dinero de las prestaciones en general, pero sobre todo si se trata de las ayudas para alimentación, la higiene y ropa. El reglamento aprobado revisa y actualiza los criterios de acceso a estas prestaciones con un claro propósito: la universalización mediante la libre concurrencia. Hasta ahora las ayudas se otorgaban bajo seguimiento de los Servicios Sociales y a partir de ahora se hará mediante convocatorias abiertas. Habrá prestaciones que, lógicamente, queden fuera de la libre concurrencia como las relacionadas con la violencia machista.
Más de 15.000 personas atendidas por los Servicios Sociales en 2020
Durante el año 2020, en el conjunto de los Servicios Sociales se atendieron un total de 15.328 personas (9.140 mujeres y 6.188 hombres), lo que representa cerca de 2.500 más respecto al 2019. Las personas atendidas en el 2020 representan el 12,7% de la población (15% de la población femenina y 10,4% de la masculina). En total, hubo 9.849 expedientes familiares activos (22,4% de las viviendas), 1.815 de las cuales fueron nuevos, cifra que representa un 18% de nuevas familias en los servicios sociales. Hasta finales de año, los Servicios Sociales atendieron a 2.491 personas nuevas.
Respecto a las prestaciones: 662 familias/mes recibieron lotes de alimentos, 64 familias/mes fueron acogidas en el servicio de comedor social municipal ampliado y 232 familias/mes dispusieron de tarjetas de precargo.
El Programa municipal de alimentos solidarios, gestionado por Cruz Roja, repartió 1.180 lotes mensuales de alimentos a unas 600 familias/mes. El comedor social dispensó un total de 286.587 menús. Este programa se ha duplicado respecto al año 2019.
Además, también se crearon nuevas ayudas de urgencia social para alimentación, complementarios a los existentes, como los Vales de supermercado, que funcionan como una tarjeta de prepago con un vales de 50€. Desde abril, se dispensaron un total de 1.200 vales para gastos de alimentación e higiene.
Prestaciones de urgencia social
Para hacer frente a las urgencias económicas derivadas de la pandemia, se incrementaros las prestaciones habituales de urgencia social que prestaban los Servicios Sociales con otras de carácter extraordinario.
La inversión total en ayudas de urgencia social en 2020 fue de 1.326.536€ y se beneficiaron 9.208 personas (4.846 niñas y mujeres, 4.362 niños y hombres), cifras que representa un 8% de la población de Santa Coloma de Gramenet. El aumento en este apartado es de los más grandes respecto al año anterior en el que fueron atendidas 547 personas.
Este año de pandemia la inmensa mayoría de las prestaciones de urgencia social (ordinarias más extraordinarias) se destinaron a garantizar la alimentación (7.987 personas beneficiarias, 87% del total). En el siguiente lugar, pero a mucha distancia, las ayudas de urgencia de Servicio Sociales básicos se dirigieron a cubrir necesidades relacionadas con la vivienda (739 personas beneficiarias, 8% del total), y para hacer frente a los retrasos en el cobro de los subsidios estatales para la población trabajadora afectada por Expedientes de Regulación de Ocupación (410 personas beneficiarias).