La semana pasada comenzó la renovación total de los contenedores de basura de la fracción de rechazo, los de color gris. Este cambio completa el proceso de modernización de todos los contenedores de la ciudad, que se inició el año pasado con el cambio de los contenedores destinados a la recogida selectiva. A un ritmo aproximado de unos 25 recipientes diarios, se espera que finalice el despliegue a mediados de marzo, ya que en nuestra ciudad hay un total de 750 unidades de este tipo. La inversión que hace el Ayuntamiento en estos nuevos contenedores es superior al millón de euros.
Los nuevos contenedores grises están fabricados con materiales ligeros, tienen una capacidad de 3.200 litros, son resistente a la corrosión, las heladas, el calor, y los productos químicos, y su forma facilita el mantenimiento y la limpieza periódica. Entre otras mejoras, el nuevo modelo dispone de un elemento táctil identificativo que puede ser reconocido por invidentes.
Construido con apertura de la tapa de gran capacidad, se sitúa junto a la acera para la entrada de residuos mediante pedal; este permite dos posiciones, desde la acera y la calzada, aunque está preparado para colocar una manija que permita abrir la tapa de forma manual.
En este sentido, el Ayuntamiento, de acuerdo con CEMFI, la entidad local que trabaja en defensa de las personas con diversidad funcional o discapacidad, instalará treinta contenedores con palanca manual en diferentes puntos sugeridos por esta asociación.
El contenedor dispone también de un sistema de alineación y centrado para dar unidad y orden en los puntos donde se sitúan las islas de contenedores, que incrementa notablemente la sensación de orden del conjunto. Estos mismos elementos de anclaje, colocados en el suelo al final de los dos últimos contenedores de la batería, permiten también que los vehículos no invadan la zona señalizada para residuos.
Limpieza y control
Con la nueva contrata de limpieza y recogida de basuras de rechazo que se puso en marcha el pasado mes de octubre, cuando fue adjudicada a la empresa Cespa, se iniciaron nuevas medidas más exigentes para conseguir una ciudad más limpia: unos sistemas automáticos de control, la renovación de los camiones y vehículos de hidrolimpieza, el cambio de todos los contenedores y el compromiso de la empresa y del Ayuntamiento de mantener campañas de sensibilización ciudadana para ganar en el cumplimiento de las ordenanzas, del civismo y la responsabilidad. La actual campaña a favor de la recogida de los excrementos de perros en la vía pública, y el aumento significativo del coste de las infracciones por este motivo, forman parte de estos acuerdos. Hay que recordar que la mayor inversión periódica que hace el Ayuntamiento es la destinada a la limpieza viaria y la recogida de basuras (el precio del contrato cada año es de 6.875.732,90 euros).