Con el eslogan “No me rompas el corazón” como encabezamiento del material divulgativo e informativo que se distribuirá en los próximos días, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet ha puesto en marcha esta semana un proyecto de sensibilización contra los actos incívics que se producen en la ciudad. La alcaldesa, Núria Parlon, ha presentado este proyecto municipal hoy en Can Sisteré, en un acto que ha contado con la presencia de representantes de entidades locales y del equipo de agentes cívicos. La alcaldesa ha destacado "la importancia de la corresponsabilidad entre ciudadania y administración para mejorar la calidad de vida y nuestro entorno". Parlon ha añadido que esta campaña "está pensada en positivo, pero también se informa del importe de las sanciones y de lo que nos gastamos en reparar los desperfectos que ocasionan los actos íncivicos".
Los agentes cívicos serán, en primera instancia, quienes actuarán contra las malas conductas de la minoría de personas, el comportamiento de las cuales supone un grave perjuicio para la colectividad, tanto desde el punto de vista de la salubridad como desde el coste económico que representa para el Ayuntamiento eliminar la suciedad adicional que origina el incivismo en los espacios públicos.
El Ayuntamiento contempla este proyecto como una acción de mejora permanente de la ciudad, que se tiene que desarrollar con la complicidad de la población y la corresponsabilidad de las entidades ciudadanas.
En este programa se dan a conocer de manera realista, mediante imágenes claras y evidentes, acciones incívicas que se producen de forma frecuente en la ciudad. Incivismos como el abandono de excrementos de perros; el destrozo de mobiliario urbano a causa de actos vandálicos; las pintadas en las fachadas de los edificios públicos o privados y en espacios comunes; la colocación de propaganda en lugares no autorizados; el vertido de basuras de los contenedores, y las molestias por "botellón" y ruidos son algunos de los comportamientos que se visualizan como ejemplos de conductas que se tienen que eliminar.
El programa explica el coste que supone para todos la limpieza viaria (5 millones de euros) y recuerda le existencia de las ordenanzas municipales y las sanciones para las conductas incívicas. El Ayuntamiento gasta 750.000 euros al año en recoger residuos voluminosos de la calle, 225.000 euros en reponer el mobiliario urbano y 1,31 euros por habitante en limpiar las fachadas, entre otras cifras.
Promover el civismo desde la infancia
Desde los servicios municipales se fomentará la información y desde los servicios educativos se promoverá el civismo desde la infancia, en los centros escolares de la ciudad. En este sentido, 519 escolares se han inscrito este año en un taller donde se enseñan las claves del civismo en casa, al colegio y en la calle. Esta tarea de información y pedagogía será apoyada también por los agentes de movilidad.
