La primera decisión que tomé como alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, justo al día siguiente de ser investida, fue el cese de los tres gerentes que dirigían la total administración municipal. Pese a que aún no disponíamos de la información completa, era evidente que un funcionamiento sesgado, y degradado del Ayuntamiento era no tan sólo responsabilidad del alcalde, sino también de las personas que a su lado y de forma directa trabajaban ejecutando sus órdenes.
Esta limpieza, junto con la provisión del puesto clave de Intervención por un funcionario de verdad y no por un cargo de confianza sin titulación profesional, así como otros cambios en la organización ya producidos, nos han permitido comenzar a orientar el futuro de nuestra institución.
La publicación del contenido del sumario, especialmente de las conversaciones entre los imputados y otras personas, ha puesto de manifiesto la gravedad de las conductas y nos han permitido disponer de informaciones que hasta ahora desconocíamos.
Los colomenses hemos sentido asco y vergüenza leyendo como el esfuerzo de los trabajadores y de la mayoría de los políticos era manipulado y aprovechado por algunos.
Parece que no había ningún ámbito de la actividad municipal que se escapase. Tanto las contrataciones de las obras públicas como las convocatorias de personal del Ayuntamiento. Si ya es grave que alguien intente enriquecerse con los esfuerzos de todos para tener unos servicios municipales dignos, si ya es doloroso que alguien intente enriquecerse con los esfuerzos de todos para mejorar la ciudad, es aún más doloroso observar como se han podido manipular las expectativas, las esperanzas, los esfuerzos honrados de las personas que aspiran a un puesto de trabajo público o que pretenden honradamente acceder a otros puestos, a promocionarse en su trabajo.
En su día ordené comparecer ante los tribunales ejerciendo la acusación particular y persiguiendo todas las conductas delictivas que apareciesen, con independencia de sus autores.
Ahora que se han hecho públicos los hechos, he ordenado a nuestros abogados y a los servicios jurídicos municipales que los estudien y analicen, que identifiquen sin excepción las conductas y las consecuencias que tengan que aplicarse.
En unos días, en breve, una vez realizado éste análisis, propondré a los grupos municipales y a la ciudadanía de Santa Coloma un conjunto de decisiones orientadas, por una parte, al castigo hasta dónde la norma nos permita de todos los que, con imputación penal o sin ella, hayan participado, favorecido o colaborado en los hechos y, de otro lado, a producir los cambios organizativos y de procedimiento que sean necesarios para garantizar que nunca jamás puedan reproducirse estas conductas.
Algunos han trabajado porque Santa Coloma aparezca como la capital de la corrupción.
Mi gobierno, los trabajadores y trabajadoras municipales y espero que también los grupos de la oposición consolidaremos la imagen real de Santa Coloma, una ciudad trabajadora como su gente, una ciudad solidaria como su gente, una ciudad llena de vida y de ilusiones como su gente.
Es este mi compromiso con la ciudadanía colomense. Pueden estar bien seguros que lo cumpliré.
Santa Coloma de Gramenet, 31 de mayo de 2010.
Núria Parlon Gil
Alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet
