El Ayuntamiento ha comenzado esta semana a aplicar en algunas aceras con fuerte desnivel de la ciudad un tratamiento líquido que al entrar en contacto con el pavimento lo pone rugoso y, de esta forma, impide que el suelo sea resbaladizo por un plazo aproximado de cuatro años. Los trabajos, que se hacen de noche para minimizar las molestias a los peatones, se van a desarrollar estos días en tramos de acera de las siguientes calles: Gaspar, Wilson, Dalt de la Ciutadella, Sagarra, Angel Guimerà, Núria y Pirineus.
El presupuesto previsto para esta primera fase de actuaciones en aceras con gran desnivel para evitar que sean resbaladizas, asciende a unos siete mil euros. Después del verano continuarán este tipo de trabajos en otras calles de la ciudad.