Nuestra ciudad está adherida a la Red Metropolitana de Refugios Climáticos, una iniciativa impulsada del AMB para facilitar a la población espacios en los que refugiarse de las altas temperaturas, sobre todo en las olas de calor. La adhesión tiene como objetivo dar confort térmico, descanso y seguridad a la ciudadanía en verano.
Hasta ahora los refugios climáticos los encontraban en 4 equipamientos municipales interiores, las bibliotecas de Singuerlín, Hondo, Can Peixauet y Central; y en uno exterior, el parque de Can Zam.
Este verano, el Ayuntamiento incorpora como refugios 2 equipamientos exteriores, los complejos Torribera y Can Zam y, uno interior más, La CIBA. Con la declaración de los equipamientos deportivos como refugios se permite que llenen sus piscinas de verano, y la ciudadanía podrá disfrutarlas independientemente de la situación de sequía en la que nos encontramos.
Los refugios interiores deben tener una temperatura de 26°C, ser accesibles para personas con movilidad reducida y proporcionar un área de descanso con asientos, agua potable y vasos reutilizables o compostables. Los exteriores son espacios abiertos con árboles que proporcionen sombra y amortigüen las altas temperaturas.
Esta red de refugios climáticos se irá ampliando en los próximos años a todos los barrios de la ciudad para que la población pueda disponer de un refugio climático a menos de 10 minutos de su casa.