Cada país de este continente tiene una idiosincrasia particular, desde los que formaron parte de la URSS hasta estados tan diferentes como Irán, Japón, India o Corea. El festival aspira a convertirse en una referencia internacional, con la exhibición de más de un centenar de películas procedentes de 20 naciones. La Biblioteca Singuerlín proyectará cinco. La primera llegará el 2 de noviembre (19.00). Se trata de Mina’s Option, de Kamal Tabrizi. Es una producción dramática iraní del 2015. En Mehran y la Mina son una pareja feliz hasta que la Mina es absorbida por el grupo terrrorista Monafeghim. Mehran, que es reportero, empieza a sospechar de su mujer cuando una bomba química explota donde ella estudia.
El día siguiente, día 3 (19.00), será el turno del Kazajistán, con Retournée, un drama dirigido por Sabit Kurmanbekov. La familia del repratiado Sapakul devuelve en su tierra natal: atraviesan la frontera de Tukmenistan, entran en el patio de la policía de la aduana, pasan el registro y otras formalidades. Con la mano en el corazón, escuchan el himno del Kazajistán, se enjugan las lágrimas derramadas por la emoción e incluso la mujer se saca el velo. Es el hogar de las mujeres libres.
El día 6 es el turno de la India con Railway Children, de Prithvi Konanur. En Raju escapa de casa a los 12 años y llega al mundo desconocido de los andenes ferroviarios, donde cae en las garras de una banda.
El día 7 podremos ver una comedia producida en China. Free and Easy, de Jun Geng, es una mirada socarrona sobre los delincuentes de baja categoría de una pequeña ciudad en el norte del país.
Finalmente, para el día 8 se ha programado un film de Mongolia: The Mother, de Erdenetsetseg Bazarragchaa. En 1984, la Khand, una madre soltera de 69 años vive en la provincia de UWS. Su único hijo en el Ejército Republicano, lejos de casa. Un evento desafortunado sucede y el hijo es condenado por asesinato.