El pasado 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, una jornada cuyo objetivo es sensibilizar sobre la situación crítica en la que se encuentra el planeta. En Santa Coloma, se trabaja por la recuperación, protección y resiliencia de los espacios naturales, que ocupan un 30% de la superficie del municipio, y también se impulsa la educación ambiental a la ciudadanía.
Las obras de la fase 1 del Proyecto de renaturalización del Besòs finalizaron el pasado mes de marzo, con la apertura del Refugio de la Biodiversidad, que tiene como objetivo mejorar la calidad ambiental y el ecosistema fluvial a partir de la creación de nuevos hábitats. Todos los domingos de primavera se ofrecen visitas guiadas a la ciudadanía.
Este nuevo espacio es un instrumento para la educación ambiental y la divulgación científica, junto con el EcoAula Visual, dirigido a escuelas ya la ciudadanía; mejora la conectividad vertical del río para favorecer a las poblaciones de anguila, especie en peligro crítico de extinción; y, también, adquiere el papel de corredor ecológico del río Besòs entre la Serralada de Marina y Collserola.
Un proyecto que se fundamenta, científicamente, en la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza, y es una apuesta firme por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que permitirá mejorar la calidad de vida de los colomenses y las colomenses ampliando el compromiso de ciudad con la protección del medio ambiente.
Conservación del medio natural y uso público sostenible
Desde el Ayuntamiento, se vela por una correcta gestión de la Serralada de Marina y el Parque Fluvial del Besòs, la conservación de sus hábitats y la protección de la flora y fauna autóctonas. Se controlan y gestionan las poblaciones de animales con diferentes metodologías de seguimiento, dedicando todos los esfuerzos para combatir las especies invasoras, tanto animales como vegetales. También, se desarrollan programas de recuperación de especies autóctonas, entre ellas el del cernícalo común (Falco tinnunculus) y la lechuza (Tyto Alba).
Los espacios naturales tienen un papel relevante en el bienestar de la ciudadanía y es por ello que desde el Ayuntamiento se impulsan trabajos de arreglo y mantenimiento de caminos, itinerarios, fuentes y miradores, de la forma más sostenible, para uso y disfrute de las personas usuarias.
En el contexto del cuidado del medio, el 1 de junio arrancó la campaña de prevención de incendios forestales con la activación de los operativos de vigilancia forestal y carteles informativos en los barrios de montaña.
Para evitar fuegos, es necesario seguir las normas de uso de los espacios naturales y prestar atención al grado de riesgo de incendio forestal durante todo el verano.
Refugios climáticos y huertos urbanos
Desde el pasado año, la ciudad forma parte de la Red Metropolitana de Refugios Climáticos, que tiene la finalidad de facilitar a la ciudadanía espacios donde refugiarse de las altas temperaturas en los meses más cálidos.
Los refugios climáticos disponibles este verano serán, de entrada, cinco: cuatro equipamientos municipales interiores (las bibliotecas de Singuerlín, Fondo, Can Peixauet y Central) y uno exterior, el Parque de Can Zam. Así, el 92% de los colomenses y colomenses dispondrán de un refugio a menos de 10 minutos, a pie, de su casa.
También destaca la iniciativa municipal que ha transformado solares en huertos urbanos para personas jubiladas o en paro. De este modo, se han creado nuevos espacios de convivencia y tejido vecinal, pequeños pulmones verdes en un entorno urbano, cada vez más importantes frente a los efectos del cambio climático.
El Ecometrópoli, el Centro de Educación Ambiental
Se encuentra en el recinto de Torribera y ofrece a la ciudadanía propuestas, salidas y talleres educativos para observar, conocer y experimentar el entorno natural. Cerca de 21.000 personas le visitan anualmente siendo uno de los equipamientos ambientales más utilizados del Área Metropolitana de Barcelona.
Tiene una propuesta de actividades educativas para las escuelas para que los niños aprendan sobre el desarrollo sostenible, el cambio climático, los valores de la agricultura de proximidad con el huerto ecológico, y la flora y fauna de los espacios naturales que nos rodean la Serralada de Marina y el Parque Fluvial del Besòs. Además, ofrece a los alumnos la oportunidad de aprender sobre movilidad segura y sostenible.