En el marco del Día del Municipio 2010, entre los diferentes actos que se realizan en Cataluña, las poblaciones se están uniendo para celebrarlo con el apoyo a la Declaración que han realizado la Federación de Municipios de Cataluña y la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas. En un día como hoy, el Ayuntamiento de Santa Coloma también se ha añadido al manifiesto para pedir una ley de finanzas locales justa y ajustada a la realidad, que permita administrar los recursos y distribuir los servicios a la ciudadanía.
DECLARACIÓN DEL DÍA DEL MUNICIPIO 2010:
Compromiso con la cohesión social, el progreso y el bienestar
Los municipios nos hemos reafirmado más que nunca, como el espacio común de los ciudadanos y ciudadanas. Los pueblos, las villas y las ciudades son los espacios donde suceden las cosas, donde se desarrolla la vida de las personas, y donde se generan las oportunidades. Este último año, han sido muchas las ocasiones en las que los ayuntamientos hemos demostrado que las soluciones también nacen y se dan desde los municipios. Más allá de la colaboración con otras administraciones, y de las competencias que cada uno tiene y tiene que asumir, hemos estado al frente de las soluciones en momentos de extrema dificultad.
A esto hay que añadir que en el actual contexto de crisis económica, estamos demostrando diariamente que los ayuntamientos somos los principales garantes de la cohesión social. Hemos estado trabajando, desde primera línea, para la implantación de medidas que permitan volver a generar ocupación y riqueza. Desarrollamos esta tarea con firmeza y convicción, pero reclamamos los recursos justos y suficientes que hacen falta para continuar desarrollándola.
El mapa de la administración territorial se está moviendo, y el mundo local tiene que hacer sentir su voz. Organización territorial, finanzas locales, competencias municipales son temas primordiales que necesitan de la implicación directa de los más afectados: los municipios. Necesitamos una organización territorial racional, que nos ayude a avanzar en la simplificación y agilidad de la administración. Pedimos una ley de finanzas locales justa y ajustada a la realidad, que nos permita administrar nuestros recursos y distribuir los servicios a la ciudadanía con garantías. Exigimos el reconocimiento de nuestras competencias, las reales. Las competencias que día a día y desde hace más de treinta años los ayuntamientos estamos asumiendo, a menudo sin reconocimiento explícito, y consecuentemente sin recursos adecuados.
Sería injusto no reconocer todo lo que hemos avanzado. Hemos avanzado gracias a un Estatuto que nos reconoce por primera vez competencias propias. Pero estas competencias comportan unas obligaciones que a menudo no podemos asumir por falta de recursos.
La responsabilidad, la eficacia y la diligencia se están convirtiendo en los pilares del buen gobierno local. La unidad de acción del municipalisme está contribuyendo, en gran medida, a hacer crecer la imagen de solvencia y consistencia de la administración local. Pero con la misma firmeza que reivindicamos nuestro buen trabajo, tenemos que reivindicar la necesidad de contar con recursos justos y necesarios para seguir llevándola a cabo, como la administración más próxima y eficiente.