Esta zona, con árboles y mobiliario urbano, se ha delimitado con cierre de madera; tiene el suelo de arena cribada, lavada y desinfectada, y se han protegido los árboles existentes. Hay una fuente de beber junto a una de las entradas y se prevé, durante este mes de julio, instalar en su interior una fuente dual con un grifo para las personas y una, más baja, para los perros.
El éxito y el buen funcionamiento de esta nueva zona para el esparcimiento de los perros, y otros similares que hay en la ciudad, dependen absolutamente de su limpieza para que sean agradables de usar. El mantenimiento previsto para garantizar su salubridad consiste en una limpieza diaria de lunes a viernes, rascones y aireación y desinfección del arenisca semanal y la reposición del arena cuando sea necesario, pero es indispensable que las personas propietarias de los perros se responsabilicen de recoger los excrementos y cumplan las ordenanzas de tenencia de animales.