Mientras que los desperdicios tirados incívicamente en la vía pública siempre dan sensación de dejadez y suciedad, la imagen de nuestras calles llenas de hojas es asumida por la ciudadanía con normalidad, pero más allá del paisaje bucólico propio de la época, las hojas caídas son un residuo que debe gestionarse.
Es por esto, que se ha activado un plan especial de actuación, que consiste en incrementar los equipos de barrido mixto en las vías arboladas.
La caída depende, sobretodo, de episodios de viento y frío, por lo que la intensidad en el desprendimiento presenta cierta imprevisibilidad; por ello el servicio se activará y desactivará, ajustando el número de equipos de recogida, para lograr un servicio lo más eficiente posible, asegurando la retirada de las hojas en el menor tiempo posible, sin malgastar servicios cuando la cuantía es poco notable.