Esta muestra ilustra el apasionante testimonio del fotógrafo catalán Francesc Boix: la juventud, las vivencias de la Guerra Civil con imágenes inéditas del frente de Aragón, el exilio, la deportación al campo de concentración nazi, la liberación y la vida como reportero gráfico después de 1945.
La exposición, producida por el Museo de Historia de Cataluña y organizada conjuntamente con la Asociación de la Amical de Mauthausen y la Comisión de la Dignidad, llega a Can Sisteré dentro del programa de actividades de recuperación de la memoria histórica. Francisco Boix sobrevivió al internamiento en el campo nazi de Mauthausen y fue testigo del horror. Sus instantáneas se convirtieron en pruebas de conspiración Criminal el juicio de Nuremberg.
Esta es la primera retrospectiva del fotógrafo catalán que resumen su vida y su profesión. Es la memoria gráfica de una vida corta -Boix murió a los 30 años-, pero intensa, que se enmarca en el nuevo fotoperiodismo de la época, que informa sin indiferencia con una Kodak entre manos o una Leica. Boix fue un fotógrafo comprometido con la memoria y la dignidad de los republicanos deportados, y un testigo clave a la hora de inculpar a los dirigentes nazis y miembros de varios campos de concentración.
La exposición se podrá visitar hasta el 11 de marzo en el horario habitual del equipamiento: de martes a viernes de 17.00 a 21.00, sábados de 11.00 a 13.30 y de 17.00 a 21.00 y domingos de 11 a 13.30 h.