Desde hace años, en Santa Coloma de Gramenet, esta jornada ha sido una fiesta para concienciar a la ciudadanía de los valores ambientales y la ecología. Una actividad que, este año, no se puede llevar a cabo por la situación de emergencia sanitaria. Sin embargo, desde los medios de comunicación municipales se quiere aprovechar la efeméride para recordar la tarea que se está haciendo desde el Ayuntamiento para la protección de la biodiversidad; el cuidado de los espacios verdes; la promoción de la movilidad sostenible en transporte público, a pie o en medios no contaminantes; la apuesta por la eficiencia energética en edificios e infraestructuras municipales; la cultura del reciclaje, y la reducción de residuos.
Esta es una ciudad densa. En un término de 7 km2 y un continuo urbano donde viven más de 120.000 personas, hay una importante red de infraestructuras viarias que la acerca a otras ciudades del entorno metropolitano. Es, al mismo tiempo, una ciudad que prioriza la movilidad sostenible, y estos días de confinamiento lo ha sido de una manera más intensa desarrollando el Plan de Salud y Movilidad. El impulso de la bicicleta como medio de transporte, la apuesta decidida por los barrios de peatones, el transporte público y la mejora de la calidad del aire son rasgos característicos de estos días y se desarrollarán a lo largo de los próximos años. Santa Coloma es una ciudad privilegiada en cuanto al patrimonio natural. Sus espacios naturales son un gran atractivo para disfrutar al aire libre y conocer la biodiversidad del territorio. Más del 28% de la superficie del término es de espacios naturales muy relevantes para la ecología y el ocio. Las dos grandes áreas que delimitan el entorno natural son la Sierra de Marina y el río Besòs. El mantenimiento de la biodiversidad de estos espacios, y por extensión de la biodiversidad urbana, es una apuesta firme del Ayuntamiento.
La recuperación de estos espacios de la degradación a la que estuvieron sometidos a mediados del siglo pasado ha sido una de las grandes metas ambientales de nuestra ciudad. Se ha recuperado un paisaje natural que ha sabido entrelazar el crecimiento urbano con la preservación del entorno natural. La mejora y la protección de la biodiversidad, la promoción de los programas educativos de sensibilización ambiental en el centro Ecometròpoli o en el Aula Ambiental de Can Zam Isabel Muñoz, la prevención de los incendios forestales, la reforestación, la promoción del uso público y el ocio sostenible son retos a alcanzar para vivir en una ciudad habitable, sostenible y saludable.