La intervención prolongará la calle de Espriu en 138 metros, desde las escaleras de Joaquín de Talavera hasta la avenida de Pons y Rabadà.
El proyecto de apertura de la calle durará unos seis meses aproximadamente e incluye la creación de acera y pasos adaptados a personas con movilidad reducida, en la esquina izquierda de la calle, y la creación de calzada para la circulación de vehículos. En este nuevo tramo de la vía, se colocará mobiliario urbano-papeleras y bancos-, se instalará red de alumbrado y alcantarillado, entre otros servicios.
Durante el tiempo de ejecución de las obras no se podrá aparcar en toda la calle de Espriu y sólo se permitirá el paso a los aparcamientos particulares y servicios en la medida de lo posible.
Este proyecto se enmarca en el programa municipal "Mejoremos nuestro barrio" con el que se están renovando y actuando en diferentes calles de la ciudad, a partir de las aportaciones recogidas en las diferentes Concejalías de Distrito, los encuentros vecinales ya través del programa La Alcaldía en los barrios.